viernes, 30 de noviembre de 2007

Obra literaria: Cartas desde laTierra


Hola a todos. "El Creador estaba pensando sentado en el trono". Con esta frase comienza el libro más irreverente, sarcástico y cruel que yo haya podido leer hasta hoy: porque en él su autor, Mark Twain, pone a Dios a caldo. Y no a un dios desconocido de alguna cultura lejana a nosotros, o a un dios de la mitología antigua. No, se ocupa de hablar y criticar al Dios Padre de la religión cristiana, o sea al Dios nuestro de cada día, desde que creó los cielos y la tierra hasta casi nuestros días, puesto que el bueno de Mark murió en 1910. Quién me iba a decir a mí cuando leía Las Aventuras de Tom Sawyer y Las Aventuras de Hukleberry Finn que después de tanto tiempo iba a leer del mismo autor un libro tan opuesto a aquellos. A través de cartas que Satán escribe desde la tierra, donde ha sido enviado por oponerse al Creador, a San Miguel y San Gabriel, vamos siendo testigos de todas las puñeterías que Dios ha hecho al hombre. Por ejemplo, cuando manda a Noé construir el arca porque había decidido acabar con la humanidad, y luego se arrepiente y quiere salvar a unos pocos y a una pareja de cada especie de animales no se olvida de salvar a la mosca, y ésta, "persigue al hombre enfermo en su hogar, en el hospital e incluso cuando exhala el último suspiro en su lecho de muerte. Le incordia en las comidas, no sin antes haber buscado a enfermos afectados de enfermedades odiosas y terribles..."

Y tampoco el hombre se escapa de estas diatribas porque aun cuando ha sufrido en toda la historia de la humanidad lo que Dios le ha mandado y le manda, a Él le llama Padre Nuestro. O sea que nos llama tontos o algo peor. Satán dice en su primera carta: "El hombre es de una peculiaridad pasmosa. En el mejor de los casos, es una especie de ángel de pacotilla; en el peor, es inefable, inimaginable. Pero por encima de todo es, ha sido siempre y será un disparate".

Podría seguir poniendo citas del libro, pero aparte de que no es lo más adecuado, sería injusto para quien estas líneas lea. Y yo me pregunto: ¿es recomendable la lectura de este libro? Sinceramente creo que sí. Para unos, los muy creyentes, puede ser sacrilegio; para otros, quizá de mentes más abierta, puede ser un buen motivo para pensar. Además y transcribiendo lo que en el epílogo de la edición que tengo dice Roberto Blatt "las Cartas, aunque de texto irregular, conmueven, hacen reir y, como si eso no fuera suficiente, destilan un aire profético.

La edición es de Trama editorial.

Te deseo un buen día.

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