miércoles, 27 de febrero de 2008

Violencia

Hola a todos. Hoy tengo un mal día y la culpa la tiene la noticias de la radio. No, mejor dicho, una sóla noticia oída en RNE. Mira que trato de no dejarme impresionar por nada y de hecho llevo algún tiempo sin oir los telediarios ni hacer caso de las tertulias políticas. Pero me cogió a primera hora y me ha puesto de mal humor. La noticia es así de simple y así de trágica: en el día de ayer murieron en España víctimas de la violencia cuatro mujeres. ¡Qué de manifestaciones si fueran víctimas del terrorismo! Violencia de género la llaman. Terrible y cruel violencia de seres locos o enfermos, o las dos cosas a la vez, que ejercen sus malos instintos sobre seres más debiles. Una retahíla de sucesos que sirven sólo para engrosar las estadísticas, y mientras las sociedades que la padecemos estamos como inermes ante ellos. De poco han servido leyes especiales porque siguen llegando estas demostraciones de crueldad, aunque quiero creer que en otros casos sí han servido de algo. ¡Ojalá esta plaga desaparezca y no volvamos más a oir hablar de ella!


Ni punto de comparación lo que voy a comentar con la situación actual, aunque sí tiene algo que ver porque eran las mujeres y los niños los perjudicados. Me refiero a que en mi juventud podía verse por las calles, de camino de los cafetines a sus casas, a muchos borrachos. O a pocos y parecían muchos, no sé. Borrachos que luego pegaban o insultaban a sus mujeres. Lo cierto es que a falta de otras perspectivas, viviendo quizás sin ilusión, habiendo tomado seguramente parte en la guerra civil, con poco sueldo y una familia que alimentar, ¿qué se yo de motivaciones o de causas hacía que muchos hombres pasaran horas y horas en el mostrador del bar para salir como una cuba?


En estos tiempos existen los botellones y las Autoridades están pendientes del fenónemo. Igualmente se combate por todos los frentes contra el tabaquismo hasta el punto de terminar pareciendo unos apestados los que fuman. En aquel entonces la que intentaba solucionar problemas concretos de adicción al alcohol era la asociación Alcohólicos Anónimos que a través de charlas y reuniones, donde cada uno para empezar se reconocía en público como alcohólico. Quizás hoy en día debieramos tener en cada Comunidad Autónoma una Asociación de Maltratadores Anónimos (en Valencia hay algo parecido) en donde a estos posibles asesinos le llegara la voz de la cordura cuando estén a tiempo de no cometer un asesinato.

Te deseo un buen día.

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