lunes, 3 de marzo de 2008

Reunión familiar



Hola a todos. Las olas y las piedras juegan en Agaete un incesante juego a buscarse y esconderse al compás de las mareas; el agua al subir y bajar cubre a los callaos de la orilla como si les besara; algunos caracoles se dejan llevar por la subida o se agarran a las piedras para no ser arrastrados en la bajada. Cerca, el Dedo de Dios, roto por el vendaval, ha quedado en un muñón que sigue ahí bendiciendo a todas las criaturas y dándonos la bienvenida. El día, de este invierno que no ha sido, y próxima ya la Primavera, luce esplendoroso. Algunos bañistas se atreven con el agua que a estas fechas debe estar algo fría mientras otros se toman el sol.

Nos habíamos dado cita aquí en Las Nieves para celebrar... bueno, para reunirnos la familia. Y el restaurante elegido, "Ca´mi hermano", no podía tener nombre más apropiado para ello. Nos reunimos más de cuarenta familiares, desde una pequeñina aún sin dientes de leche, hasta los mayores cercanos a las nueve decenas de años de una vida plena. Hermanos, suegra, hijos y nietos, mujer, sobrinos, cuñadas, primos, todos dispuestos a pasar un rato agradable y a divertirnos de lo lindo.¡Hasta de Tenerife vinieron al jolgorio! Gracias Luzma. Contribuyó a pasarlo bien las variados platos que nos sirvieron en plan "picoteo" donde no podían faltar nuestras queridas 'papas arrugadas', queso, mejillones, pescado empanado, pulpo y langostinos, junto a los refrescos, cerveza y vino a gusto de cada cual.

Durante la comida, y gracias al super8 y a las modernas técnicas de ordenador, fueron proyectados unos cortos de película de 'cuando éramos más jóvenes'. Películas de hace cuarenta años, cuando aún la mayoría de los presentes no habían nacido, con escenas de la familia y vistas de Las Palmas y algunas de la isla que nos permitió vernos con la 'tira' de años menos. Mi hermana tuvo la ocurrencia de regalarme un leontina, precioso reloj de bolsillo que desde ahora llevaré con orgullo como algo inapreciable. Mis sobrinos siguiendo el ejemplo de su madre me regalaron un precioso cuadro al que ya encontré sitio en casa y un libro subtitulado la "Odisea de la Antártida" donde se narra la superación del hombre, que en forma individual o en grupo, siempre se crece ante la adversidad, y en cuya primera página leo esta entrañable dedicatoria: "Lo importante del viaje no es el destino: es el trayecto. Con cariño. Agaete 1/3/08".



En resumen un día estupendo, unas horas agradables, un encuentro para repetir ¿qué más podemos pedir? Gracias a todos.



Te deseo un buen día.

1 comentario:

Unknown dijo...

A pesar de no ser amigo de actos sociales, familiares y demás pescas, creo que el motivo bien merecía la pena. Así pues, dispuse todas mis ganas en acudir al evento.

En honor al gran cambio, a las nuevas ilusiones, nuevas ganas o simplemente las que siempre existieron y no se sabe bien porque no salían de la cabeza, del corazón de este gran hombre.

Pude encontrarme con muchos familiares que como digo veo de cuando en cuando, y decir que el acto fue digno de recordar. Las risas al ver esos video donde se pudo ver hasta los antiguos puentes de piedra y palos, los recuerdos y las sonrisas de los asistentes, la alegría desbordante de todos se contagiaba.

Decir también que un sueño de muy antiguo se le cumpleo a este Señor, su familia metida en una guagua rumbo a un tenderete.

Felicidades Angel por reunir a la familia, y por hacernos pasar tan buen momento.