lunes, 11 de agosto de 2008

Agaete otra vez


Hola a todos. Hemos vuelto a Agaete. Es domingo y se nota en la afluencia de bañistas. También la guagua venía abarrotada con gente de pie de delante atrás como si fuera la del Puerto a Las Palmas. Se nota calor en la playa pero no es un día sofocante y se puede estar cómodamente en las piedras. Bueno, lo de cómodo es un decir porque hasta un rato grande después de tumbarme sobre la toalla no consigo hacer un lecho sin guijarros molestos bajo la espalda. El baño se apetece aún cuando el agua está lo suficientemente fría como para pensárselo dos veces. La playa, a lo mejor lo sabes, tiene dos partes bien definidas separadas por el espigón del muelle viejo. A la derecha, en donde estamos, está resguardada por el muelle de los ferrys, el agua queda remansada y tiene muchos 'callaos' y otras piedras más grandes y con marea baja se llega bien a las rocas en el mar; en la parte izquierda las olas llegan con fuerza porque queda a mar abierta y muchas personas aprovechan las escalinatas del muelle para lanzarse de cabeza al agua. Hay un tercer sitio acondicionado para el baño que está en el final del Paseo de los Poetas. Se trata de unas piscinas naturales formadas por rocas volcánicas a las que es recomendable ir.


El Paseo de los Poetas cuenta con una bien cuidada avenida y en su centro nos encontramos un conjunto escultórico con las figuras de tres poetas que frecuentaban Agaete. Tomás Morales, que aunque nacido en Moya estuvo muchos años ejerciendo de médico aquí, y sus amigos Saulo Torón y Alonso Quesada. Esos poetas, y otros, frecuentaban en Huerto de las Flores en el pueblo. Hasta ahora no conozco este lugar del que he oído hablar muy bien y en estos días de fiesta ha permanecido cerrado por lo que no he podido visitarlo. Lo tengo en mi agenda de cosas pendientes pues es seguro que el lugar, aunque pequeño, tendrá árboles dignos de ver.


Lo que también tengo en mente es hacer el paseo, caminando, desde los Berrazales en el Valle hasta el pueblo. En esta ocasión subimos en el coche de hora hasta arriba del todo -donde está la Casa de San Pablo- y estuvimos un rato tomando fotos, el rato que nos permitió la guagua hasta su regreso. Pienso que la caminata aún por la carretera será buena porque iremos viendo el cambiante paisaje y a lo mejor hasta nos enteramos de que van las distintas plantaciones que se ven. Es famoso el café del Valle de Agaete y también sus naranjas son muy apreciadas.
Bueno, ya te iré contando algo de estas cosas pendientes. Mientras, te deseo como siempre un buen día.

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