domingo, 11 de octubre de 2009

El charcón

Hola a todos.

La zona noroeste de Gran Canaria, después de pasada la hermosa playa de Las Canteras con sus kilómetros de rubia arena, es una sucesión de acantilados y pequeñas calas de piedra o arena negra. No tiene esta zona la voluptuosidad de las dunas de Maspalomas y de Playa del Inglés ni la sucesión de aguas templadas y en calma del Sur. Por ello los habitantes del norte han tenido que conformarse con lo que la naturaleza les ha proporcionado, eso sí, mejorando de forma inteligente las cosas dentro de lo posible.

Tal ocurre con el Charcón de San Felipe, casi en la desembocadura del barranco de Moya, en donde a las rocas que en la bajamar quedan al descubierto han unido unos pequeños muros para hacer del lugar unas estupendas piscinas. Piscinas con marea baja, supongo, porque la pleamar según me parece no hace que el baño sea aconsejable. Aquí nos vinimos el jueves y pasamos unas horas de relax increíble. Había poquita gente, (para esto vale la pena ser jubilado: entre semana no existe la masificación), la temperatura del día y del mar eran agradables, y el rumor de las olas rompiendo contra las rocas y los muros, tenues al principio y más fuerte según subía la marea, nos acompañaba. Sobre una roca un hombre de espalda lanzaba pacientemente su anzuelo al mar con movimiento certero de la caña. El agua transparente nos permitía ver el fondo del mar y, entre nosotros, un grupo de pequeños peces se ocupaban en mordernos las piernas cual si fueran carnaza, no teniendo mejor cosa en que entretenerse.





Te deseo un buen día.

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