Hola a todos.
Hace días que tengo un dolor. Es un dolor físico, de lumbago le llaman, que me tiene a mal traer. Está tan presente en lo que hago durante casi todo el día que pienso voy a terminar queriéndolo. Y eso que el tal dolor no es bonito. ¡Qué va! Es feo como el mismísimo demonio tal y como nos lo pintan. Lo tengo pegado en la cintura y aunque a veces disimula algo su presencia, de repente, sobre todo cuando cambio de postura, me vuelve a recordar que debo quejarme casi cada cinco minutos. El puñetero no cesa. Me muerde en las carnes y se agarra como una lapa. Y además lanza sus rayos en todas direcciones y así no sé si agarrarme con las dos manos la parte de la espalda dolorida o la barriga. En ocasiones llega el dolor ¡dichoso dolor! hasta la pierna y la cojera se nota a cientos de leguas. Mi figura entonces, con la cojera y medio doblado para intentar agasajar a mi huésped debe de ser de coña marinera. Aunque a mí la verdad, maldita la risa que me causa. De todas formas pienso ganar las batallas, una a una a mi enemigo, aunque no tengo la seguridad de al final ganar la guerra. Veremos. Me haré el loco y así el dolor conforme me llegó se va. Bueno soy yo para estas cosas.
Te deseo un buen día.
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