lunes, 5 de julio de 2010

De corbata

Hola a todos.
¡Huy, huy, huy! Y ahora, por si fuera poco, nos toca Alemania, que ha venido al Mundial dispuesta a pegarle una paliza a todos los que se les pongan por delante. ¡Miren ustedes que meten goles, caramba! De cuatro en cuatro y tiro porque me toca. Que me tocan los cataplines y me los ponen de corbata, que no es para menos. ¡Asustaito que estoy, Jesusito de mi alma! Y menos mal que los tenemos enfrente en la semifinal, porque vaya un papelón, digo, si en la finalísima le dan por vapulear a mi David y compañeros metiéndoles una tollina con muchos goles. Claro que... con algo de suerte... nuestros muchachos consiguen darle con la honda en toda la crisma a estos goliats de pacotilla y dejarlos turulatos. ¡Qué no son cojos los nuestros, hombre, qué hay que tener confianza! Y además, Vicentito del Bosque, con su cara de buena persona él, que es capaz de engañar al enemigo más pintado, tal cual que si estuviese echando un partido de envite y tuviese el tres de basto y la perica en sus manos... Ahí los quiero ver: ¡Envío! Que dice el capitán alemán. Y Vicente que con parsimonia mira sus cartas, que se rasca el bigote, que se fija en la expresiones de los compañeros, y que, con voz suave de quien no ha roto un plato en su vida responde: ¡Quiero! Y ya está; ¡el partido es nuestro, cristiano! Y a celebrarlo, que bien que merece la pena, esta vez, para variar, con un pizco ron de la tierra.

Te deseo un buen día.

1 comentario:

Manuel dijo...

¿Alemania?
Ni a melón le supo a ESPAÑA