En el pequeño microclima del parque la plantas van cambiando con las estaciones aun cuando aquí en las islas no se note tanto como en Península. Paseo con Pancho cada día y veo la hojarasca caída bajo unos árboles, las flores bajo otros, como cambian de color las cortezas de aquellos o como se cubren de hojas cuando llega la primavera, quellos que son de hoja caduca. Ahora en este mes de julio, suavizado el calor por los vientos alisios y la 'panza de burro' que nos sirve de sombrilla, llega el tiempo de florecer las flores blancas en el parterre. En éste, pequeño parterre situado cerca de la fuente, lucen su verdor durante todo el año unas plantas con hojas largas puntiagudas como orejas de burro. Pasa mayo, que es el mes de las flores, y estas plantas parecen no querer darnos sus flores. Ni se inmuntan. Si acaso su color verde se vuelve más intenso al sentir en su interior bullir con más fuerza la savia de la vida. Luego, en este mes de verano, les van creciendo una vara a una planta aquí, y a otra allá. Y estas varas van floreciendo con flores muy bonitas queriendo alegrarnos los días. Me dice la cuidadora del jardín que son azucenas y no tengo porqué ponerlo en duda. Ella que con tanto mimo cuida este parque al que acudo a solazarme con Pancho, sabe de flores mucho más que yo y las conoce como si fuera su familia.
Te deseo un buen día.
P.D. En mi paseo de hoy oí por RNE la canción "Gracias a la vida". ¿Querrás escucharla?
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