sábado, 26 de noviembre de 2011

Frigiliana

Hola a todos.
Otro día nos llevaron a Frigiliana que es otro de los muchos pueblos blancos de la Axarquía. De él recuerdo sus calles empinadas y estrechas pero muy cómodas para caminar, sus casas de un blanco blanquísimo con muchas macetas de plantas y de flores en sus fachadas y balcones, su pequeña plaza de la iglesia, y el templo dedicado a san Antonio de Padua con un retablo precioso
dividido en tres partes y presidido por Cristo en la cruz, y con la particularidad de que debajo de la pintura o cal blanca de sus paredes hay unos frescos árabes que están tratando de recuperar.

También recuerdo el cartel en el que el pueblo se proclama como unión de culturas (o algo así). Por esto último tienen en su entrada, en un cruce de carreteras, una escultura con forma de pirámide triangular truncada luciendo en cada una de sus caras los símbolos de las tres grandes religiones monoteístas que convivieron en Andalucía durante mucho tiempo: la cruz del cristianismo, la media luna del islamismo y la estrella de David del judaísmo.

En el pueblo reinaba una paz encantadora. Sólo algún coche pasaba de vez en cuando por las calles empedradas por las que paseábamos y un muchacho con su mulo transportaba escombros de alguna obra a un contenedor para luego tirarlos. Cerca de la entrada del pueblo, en un bar, un cortado y un estupendo vino de Frigiliana ¡cómo no podía ser menos! nos reconfortó adecuadamente.






Luego seguimos a una finca de frutos tropicales en donde la chirimoya es la reina. Pero esto es ya historia para otra ocasión.

Te deseo un buen día.

1 comentario:

Felipe Tajafuerte dijo...

Recuerdo perfectamente el pueblo de Frigiliana, pues visité esos pueblos durante unas vacaciones en Torrox. Otro de los pueblos que llamó mi atención fue Cómpeta, donde además se produce un exquisito vino dulce. Saludos