martes, 20 de marzo de 2012

Mujer trabajadora y con...

Hola a todos.

¿Qué hacer cuando tus hijos te necesitan,
tu jefe te agobia,
y tu marido re reclama?

Fabián Lomio recaló por estos peñascos atlánticos a los que llamamos Canarias después de cruzar el charco pues vino aquí desde su Buenos Aires natal. Llegó primero a la isla de Lanzarote en donde estuvo una temporada más o menos viviendo y trabajando en lo que pudo. Luego se vino a Gran Canaria y aquí lanzó el ancla que le tiene atado a la isla. Y que sea por muchos años, pienso yo. Porque Fabián está desarrollando acá con humildad, casi en silencio, con pasos quedos solo conocidos por sus amigos cercanos, una actividad intelectual para la que auguro venturosos tiempos. Porque Fabián es joven y tiene mucha andadura por delante. Lo suyo es el teatro. Y la lectura. Y con una cosa y la otra tiene la habilidad de coger una obra de autor consagrado y convertirla en una pieza teatral que gusta y que educa. Tal la novela de Galdós, Marianela, que convirtió en un interesante monólogo. En otras ocasiones, la obra es suya propia y los resultados son prometedores.



El pasado jueves tuve la suerte de asistir en la Sala Cuasquías de Las Palmas (teatro-bar cercano al Teatro Pérez Galdós con una interesante actividad cultura casi fija) a un bonito juego teatral.

Jugaba tal día Fabián con ventaja, porque unía alternándolos cuadros en vivo -monólogos de la Lupe que es la mujer trabajadora- con otros sketches previamente grabados en donde van apareciendo la compañera de trabajo de Lupe, la cuñada de Lupe, el marido de Lupe y el Jefe de Lupe. Cuatro personajes que viven a cuerpo de rey, al contrario que la Lupe. J
uego de cuadros o sketches, divertidos y con profundo mensaje, con motivo del día de la mujer trabajadora. Su título: Mujer trabajadora y con hijos.

El cuadro que más me gustó es aquel en el que Lupe se culpa, y porque se culpa, se azota. Y porque se culpa y se azota, se lamenta:

- Soy culpable por ser una madre desgraciada que no puede tomarse un día libre para cuidar de su hija enferma...

Y el lamento sigue por esto y por lo otro:

- Me he hecho cargo de la culpa de los días de lluvia que no podemos ir a la playa y no tener una actividad alternativa; de la falta de cerveza en la nevera, aunque yo no beba alcohol; de la monografía
sobre la vida de los cefalópodos que Pedrito tenía que presentar el lunes y NOS olvidamos de hacer el domingo...

Y puesta a culparse se queja hasta por tener que ir a mear, en el trabajo:

- Durante los nueves meses de embarazo fui acumulando culpa sobre culpa, y así, cuando llegué al noveno mes de gestación ya me sentía culpable en toda regla por pasar más tiempo en el baño orinando que en mi puesto de trabajo...

Y los espectadores, entre risas y sofocos por la risa, vamos sintiéndonos culpables con la Lupe por ser ésta, simplemente, una mujer trabajadora... y con hijos.


Hermi Horihuela (Lupe)




Te deseo un buen día.

1 comentario:

Francisco Espada dijo...

Un teatro muy irónico por lo que aquí se cuenta. Es cierto que no son pocas las mujeres que tienen ese tipo de sobrecarga. De nada vale la celebración del día de la mujer si seguimos viendo escenas como estas.