martes, 28 de mayo de 2013

Vecinos

Hola a todos.
Creemos no equivocarnos al creer que el Parque del Buen Retiro y el Jardín Botánico de Madrid son vecinos bien avenidos. Tomando, claro está, como linde de ambas fincas la calle de Alfonso XII, nos percatamos de ello el día en que entramos al Retiro por la Puerta del Ángel y comprendimos el porqué, habiéndonos gustado tanto los árboles y los jardines del primero nos habían entusiasmado tanto los árboles como las demás plantas del segundo.

En Gran Canaria tenemos árboles grandes. Tenemos los parientes del pino 'Pilancones' que con sus 45 metros de altura (más o menos) vivió cientos de años en las Cumbres hasta que murió recientemente. Tenemos también palmeras canarias como la del barranco de Tenoya que no mide menos de 34 metros. Son como diría un isleño "largos como un 'silbío'. Pero en el Botánico de Madrid nos encontramos ante árboles de más porte, ¿como decirlo? árboles más 'señores' quizás. Quisiera explicarme mejor, pero es difícil relatar los sentimientos ante estas obras magníficas de la Naturaleza: el roble no es un árbol: es una catedral, o poco menos; y los álamos son representantes perfectos de la esbeltez; y el olmo, y la sequoia, y el pino llorón del Himalaya, y el plátano de paseo, y la acacia de tres espinas, y el nogal negro de Norte América...







Al Botánico de Madrid debieran ponerlo como asignatura obligatoria para los chavales de Institutos de toda España. Porque es lindo y porque tiene bonitos rincones. Porque, en este tiempo de primavera, la flores se muestran por doquier... y además, porque tiene en su recinto dos bellos ejemplares de la gentil palmera canaria, de la Phoenix Canariensis.



Te deseo un buen día.

1 comentario:

Francisco Espada dijo...

Estoy de acuerdo contigo. No estaría mal que llevaran allí a los jóvenes estudiantes para admirar y enseñarles a respetar a la naturaleza. ¡Buen paseo y bellas imágenes.

Un abrazo.