lunes, 14 de octubre de 2013

No hay dos sin tres

Hola a todos.
Como no hay dos sin tres me he vuelto a matricular en los Programas Formativos Especiales de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Veremos que tal nos va en esta nueva aventura en la que trataremos de adentrarnos nada más y nada menos que en Europa desde estas islas que son, geograficamente, africanas. El título de los estudios nos lo advierte: Diplomatura de Estudios Europeos. ¡Ahí es ná! Con dieciséis asignaturas tendremos módulos de Geografía e Historia; de Humanidades; de Ciencias, Tecnología y Políticas Sociales; y de Ciencias Jurídicas y Eonómicas. Todo un panorama para ver desde las alturas de la educación universitaria al Viejo Continente.

Antes, y como aperitivo , estuve inscrito en esta última semana en un coloquio que impartió la Casa de Colón de Las Palmas y que tenía por nombre Azúcar y Mecenazgo en Gran Canaria - El oro de las Islas, siglos XV-XVI -. Fueron unas conferencias muy interesantes en las que, salvando mis problemas auditivos, pude enterarme de un período de esplendor económico en las islas gracias a la caña de azúcar. Todo comenzó -nos dicen- antes incluso de la Conquista de Canaria (luego Gran Canaria). Ya en Madeira se cultivaba la caña y se producía azúcar que era muy apreciada en los países del norte de Europa para la conservación de alimentos, o al menos para las frutas. El azúcar era necesaria para la confección de frutas confitadas, mermeladas y confituras en unos tiempos en que aún no se podían congelar. En Canarias fueron cuatro las islas azucareras: Gran Canaria, Gomera, La Palma y Tenerife y en ellas surgió una élite de conquistadores y comerciantes que se enriquecieron y que pudieron  comerciar con Flandes, emporio comercial en aquellos siglos. Y como consecuencia de aquella exportación de azúcar desde las islas en ellas se pudo vivir en igualdad de condiciones a como se vivía en la Península, salvando las distancias, claro está. Y de Flandes se trajeron para estas personas enriquecidas tablas y tallas flamencas y otros objetos de arte que en las islas todavía se conservan. Pero ello queda para otras entradas en este blog que es el de ustedes.

Te deseo un buen día.

2 comentarios:

Felipe Tajafuerte dijo...

Pues en marcha, Ángel, que tienes un buen tajo. Un abrazo desde mi mejana

Francisco Espada dijo...

Te animo a ello con todas mis fuerzas, Ángel. Hace años cursé tres cursos en la Universidad de Mayores de Sevilla y para mí fue un disfrute enorme. Un poco de cada materia, un lustre cultural para un mejor envejecimiento en plena jovialidad.
Un fuerte abrazo.